La cánula IV se coloca dentro de una vena para proporcionar acceso venoso, con el fin de reinfundir la próxima vez después de una infusión. El acceso venoso permite tomar muestras de sangre, así como administrar líquidos y medicamentos. Con una cánula blanda, la aguja intravenosa permanente se maneja con facilidad, generalmente puede permanecer durante 3 días, reduce el sufrimiento de los pacientes debido a la penetración repetida, protege los vasos sanguíneos y reduce la probabilidad de flebitis.